Y allí llegamos. Pero, como me imaginaba, no había nadie.
-¿Es aquí? Yo no veo rastro de ningún príncipe azul- Paula siempre con su odioso sarcasmo.
Me quedé callada, decepcionada, sin saber que responder.
-Mira Lucía no te preocupes, seguro que algún día lo volverás a ver y si no, encontrarás a alguien mejor- dijo al fin para intentar consolarme.- Además, ¿no te gustaba Alex?
Ella no comprende nada. No entiende que él lo es todo para mí. Que sin él ya no soy yo. Que todo esto es cosa del destino, el nuestro, que ha cambiado mi vida para que ahora sea solo suya. ¿Es que soy la única persona que ha sentido esto?
Seguíamos andando, sin decir nada. Y entonces, para mi sorpresa, lo único que me faltaba por ver. Alex, "él que me gusta" viene hacia nosotras con una chica de la mano.
-¡Hola, Alex!- grita Paula, solo para fastidiarme.
-¡Hey, hola! Cuánto tiempo ya ¿no?- responde él.- Ah, ella es Nerea. Y ellas son unas compañeras de clase, Paula y Lucía- dice dirigiéndose a Nerea.
-Encantada- dice ella con una sonrisa demasiado perfecta.
Y yo solo quiero que me trague la tierra. Vale, estoy super enamorada de "mi amor" pero no puedo negar que hasta ayer estaba colada por este chico. Llevaba sin verlo desde que empezaron las navidades, hace una semana, y ya se ha buscado novia.
-Igualmente, hacéis muy buena pareja- digo yo de forma fingida.- Bueno nosotras nos vamos, ¡adiós!- cojo a Paula del brazo y tiro de ella hasta irnos bastante lejos de allí.
Después de un rato, me despido de ella y me voy lo más rápido que puedo a mi casa. Cuando me encierro en mi habitación, las lágrimas caen por mis mejillas. Me siento sola, muy sola. Y siento envidia de Nerea... no porque esté con Alex, si no porque se la veía feliz, ha encontrado el amor. ¡Amor! ¿Dónde estás? Yo estoy aquí esperándote, y no hay forma de encontrarte...
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