Temas de las entradas

martes, 31 de julio de 2012

Somos egoístas...

Sí, soy una egoísta. Soy una egoísta porque solo te quiero para mí y nadie más. Porque quiero que tus besos solo pertenezcan a mis labios. Que tus ojos solo me miren a mí sin excepciones. Que tu mejor sonrisa siempre esté dedicada solo para mí. Que yo sea la dueña de todos tus pensamientos y solo yo tenga la llave de tu corazón. Que mi presencia sea el motivo de tu felicidad. Que solo mis tonterías te hagan reír. Que en tu  mundo solo exista yo y nadie más. Que simplemente quieras que esto dure para siempre y si no, que nunca me olvidarás. Quiero que no te valga solo con mi amistad. Que quieras dármelo todo sin nada a cambio. Quiero que sea yo la única en tu vida y las demás no te importen. Y sobre todo, quiero que me quieras con todos mis defectos. La verdad, me quedan muchas cosas por pedir, pero me estoy dando cuenta que no soy la única egoísta. Lo eres tú también por no cumplir tan solo alguno de mis deseos ;(

Sé optimista

De esos odiosos días que parece que todo va en contra tuya. Todo te sale mal, lo que te tenías previsto hacer se desmorona, tus personas queridas te dan la espalda, y ya no tienes ganas de hacer nada más. Incluso lloras de rabia porque ves que a las personas de tu alrededor todo les va bien y no tienen problemas. Y tú piensas que ni siquiera se lo merecen. Pero observa mejor, porque así te darás cuenta de que hay otras muchas peores que siguen adelante cada día. Que los problemas puede que vengan solos, pero luego no se van tan fácilmente. Mira las cosas positivas de la vida y aprende de las más negativas. Todo está a tu alcance, no pongas tú mismo los obstáculos para no conseguirlo. Sonríe aunque no tengas motivos, porque no hay mayor motivo que verte sonreír.


jueves, 26 de julio de 2012

Una historia de amor: Capítulo 6 ~ El accidente

Pasar de la felicidad a la desesperación en un segundo. Todo por un maldito teléfono. Nunca sabes cuando pueden ocurrir las cosas que menos esperas. Y tampoco sabes cuánto hay que aprovechar la felicidad mientras la tengas. Yo haciendo el tonto con mi mejor amiga, y mi hermanito pequeño muriéndose en el hospital. Cuando llamaron a casa de Paula era mi madre, desesperada y triste. Llamaba desde el hospital. Habían atropellado con un coche a mi hermano Dani, de 6 años, que iba con su bicicleta. Estaba aprendiendo a montar y cruzó la carretera... Seguro que me buscó para practicar. Y yo no estaba allí. Puf, nada más pensarlo es como si me dieran una patada en la barriga. Joder, si yo hubiera estado para evitarlo. Pero no, tenía que estar pensando nada más que en tonterías. Soy una egoísta y no me merezco nada. Todo se me pasa por la cabeza de camino al hospital en el coche de la madre de Paula, Carmen.
-Lucía no te preocupes, se va a poner bien- me dice ella, que me ve muy angustiada.
En el hospital todo está triste y apagado. Se puede ver en la gente de mi alrededor. Buscamos rápidamente a mi madre.
-¿Está bien? ¿Qué ha dicho el médico?- digo yo nada más verla. Entonces, a mi madre se le saltan las lágrimas y Carmen sin pensarlo le da un abrazo y la consuela en sus brazos sin necesidad de decir una palabra. Esa es la diferencia de ser maduro a no serlo. Me siento una cría sin poder ni siquiera haber controlado la situación. Nunca hables si no puedes mejorar el silencio. Y entonces yo también siento muchas ganas de llorar y desahogarme. Paula, que está a mi lado, me da otro gran abrazo. Nos quedamos así las cuatro, llorando en silencio y esperando la llegada de algún médico.

viernes, 13 de julio de 2012

Una historia de amor: Capítulo 5 ~ Todo vendrá

Ya era por la tarde, y me había pasado todo el día encerrada en mi casa deprimida. De repente, recibí un mensaje en el móvil. Era Paula: "Tíaaa! Nos han invitado a una fiesta para fin de año! Contesta si quieres venir. Besos :)". Es verdad... se me había olvidado que hoy es 28 de diciembre y que dentro de dos días es Nochevieja. Le digo: "¿Una fiesta? ¿Dónde? La verdad es que no sé si tengo ganas...". Aunque sinceramente, me encantaría ir a una fiesta. Ahora que lo pienso, nunca hemos estado en una. Rápidamente Paula me contesta: "En una disco, y me he enterado que va a ir mucha gente de por aquí. Venga, será divertido... y puede que tengas suerte ;)" No sé como lo hace, pero siempre me acaba convenciendo. Sí, puede que tenga suerte. Y ahora me río sola de forma tonta... Le escribo: "Vale, pero no tengo nada para ponerme :$". En seguida, Paula me llama y quedamos dentro de una hora. Hablamos sobre la fiesta y vamos tranquilamente a su casa. Allí, rebuscamos en el armario de su hermana Tania, de 18 años. Paula siempre le "coge prestada" ropa de toda clase, y sobre todo tenía vestidos increíbles. No sabíamos cuál elegir. Nos probábamos vestidos preciosos, nos mirábamos delante del espejo sonriendo, haciendo muecas y bailando como locas. Como echaba de menos estos momentos. Porque después de todo, solo tenemos 15 años y no merece la pena sufrir por tonterías, como lo hago yo constantemente. Todo vendrá a su tiempo, igual que el amor. Aunque también puede que esté más contenta porque tengo esperanzas para la fiesta. Y así nos quedamos allí, en la habitación de su hermana haciendo el tonto, hasta que sonó el teléfono...

martes, 3 de julio de 2012

Una historia de amor: Capítulo 4 ~ Decepciones

Y allí llegamos. Pero, como me imaginaba, no había nadie.
-¿Es aquí? Yo no veo rastro de ningún príncipe azul- Paula siempre con su odioso sarcasmo.
Me quedé callada, decepcionada, sin saber que responder.
-Mira Lucía no te preocupes, seguro que algún día lo volverás a ver y si no, encontrarás a alguien mejor- dijo al fin para intentar consolarme.- Además, ¿no te gustaba Alex?
Ella no comprende nada. No entiende que él lo es todo para mí. Que sin él ya no soy yo. Que todo esto es cosa del destino, el nuestro, que ha cambiado mi vida para que ahora sea solo suya. ¿Es que soy la única persona que ha sentido esto?
Seguíamos andando, sin decir nada. Y entonces, para mi sorpresa, lo único que me faltaba por ver. Alex, "él que me gusta" viene hacia nosotras con una chica de la mano.
-¡Hola, Alex!- grita Paula, solo para fastidiarme.
-¡Hey, hola! Cuánto tiempo ya ¿no?- responde él.- Ah, ella es Nerea. Y ellas son unas compañeras de clase, Paula y Lucía- dice dirigiéndose a Nerea.
-Encantada- dice ella con una sonrisa demasiado perfecta.
Y yo solo quiero que me trague la tierra. Vale, estoy super enamorada de "mi amor" pero no puedo negar que hasta ayer estaba colada por este chico. Llevaba sin verlo desde que empezaron las navidades, hace una semana, y ya se ha buscado novia.
-Igualmente, hacéis muy buena pareja- digo yo de forma fingida.- Bueno nosotras nos vamos, ¡adiós!- cojo a Paula del brazo y tiro de ella hasta irnos bastante lejos de allí.
Después de un rato, me despido de ella y me voy lo más rápido que puedo a mi casa. Cuando me encierro en mi habitación, las lágrimas caen por mis mejillas. Me siento sola, muy sola. Y siento envidia de Nerea... no porque esté con Alex, si no porque se la veía feliz, ha encontrado el amor. ¡Amor! ¿Dónde estás? Yo estoy aquí esperándote, y no hay forma de encontrarte...